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TAXIS AUTÓNOMOS (2)

diciembre15

Sigamos hablando de los taxis y coches autónomos:

  • Con ellos disminuirán los tacos. Gracias a la conexión a internet estos elegirán las rutas más expeditas y rápidas.
  • Los taxis serán compartidos, lo que abaratará aún más el costo al pasajero.
  • Ya no será rentable tener un auto propio, será más rápido y eficiente pedir un taxi, aunque sea compartido. Dejar de tener auto propio y empezar a usar los taxis compartidos significará un ahorro del 70 por ciento para cada pasajero, en comparación a lo que gastaba en su auto en combustible, amortización, permisos, patentes, seguros, etc.
  • El dueño de los taxis no sólo generará ganancias por el traslado de los pasajeros, los expertos también ven 30 oportunidades de ingreso extras, pasando por la simple venta de espacio para propaganda dentro del vehículo hasta la venta de datos de los usuarios que usarán su flota. De hecho las cifras de ganancias que se manejan son gigantescas y no por nada sólo en California, EEUU, hay 60 empresas dedicadas a crear sus propias flotas de vehículos autónomos. El primero en lograr el vehículo óptimo se lleva el gordo de la lotería.
  • Los accidentes disminuirán en un 80 por ciento, aunque no se acabarán por completo, pero todos aquellos accidentes debidos a distracciones o por fallas humanas sí desaparecerán.

Hasta ahora hemos visto lo positivo, pero ¿qué pasa con lo negativo de este cambio? (y aquí nos toca).

  • Como puntos negativos tenemos a países como Venezuela que ya no recibirán sus ingresos habituales por exportar petróleo, en vista a que los coches autónomos vienen de la mano de motores eléctricos y baterías.
  • Y el punto negativo más importante: el remezón que se nos viene a los empresarios actuales del rubro de radio-taxis.

Una cosa es el remezón de que los conductores ya no sean necesarios y que irán desapareciendo en un corto plazo, pero además hay que hacer notar que en el mercado sólo quedará la empresa que tenga el capital para poder comprar e invertir en estos coches. El costo inicial no es sólo el coche, es también la tecnología que habrá que incorporar a las centrales de despacho.

Si bien los call-center de los radio taxis, y sus telefonistas, son llamados a desaparecer, ya que los vehículos se pedirán por celulares y computadoras en el futuro bastará con una sola persona recibiendo llamadas por otros asuntos anexos, y para toda esta transición se deberá adquirir nuevo software que maneje todos los informes y parámetros que mandarán a la central los móviles en la calle, en ese sentido nuestro actual locutor/telefonista deberá pasar a ser una persona con amplios conocimientos informáticos y rapidez en el teclado.

Sea personal interno, externo o bien que lo aporte la empresa que instale los software en la central, lo cierto es que para esta nueva tecnología se necesitarán técnicos en áreas de la informática como la actual domótica (cuyos software y hardware son muy parecidos), y también gente con conocimientos en redes.

Los gastos en mantención tanto en la parte mecánica como de los sensores del vehículo es un punto por donde inicialmente comenzarán a escapar parte de las ganancias, pues en un inicio será algo caro, aunque no imposible de pagar. Hay que considerar que serán coches que trabajarán las 24 horas, verdaderos robots, con descansos en las centrales sólo para cargar las celdas de la baterías, limpieza interior y exterior, revisión de los informes del computador de a bordo, etc. El desgaste del vehículo será el doble de ahora, pero también subirán las ganancias.

Así que la tarea que se viene a los dueños de radio taxis actuales es ver como se hará para poder seguir compitiendo con lo que se viene. ¿Será suficiente un lobby en el gobierno para que impida que llegue la tecnología de manos de empresas extranjeras?… ¿Y/o se pedirán créditos para poder adquirir la tecnología? El radio-taxi que no esté preparado simplemente deberá cambiar o cerrar el giro. El problema es que yo aún no veo la suficiente preocupación en este tema.

Lo único que demora ahora el cambio son las múltiples pruebas de los sistemas que se están realizando para mejorarlos, lo que básicamente consiste en probar una y otra vez los coches en ciudades urbanas congestionadas, con lluvia, niebla, nieve o hielo, hasta que la autoridades digan, ok, es un transporte seguro. Y eso, mucho más temprano que tarde, ocurrirá.

Ricardo González

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